Proteína S
La proteína S es otra proteína plasmática dependiente de la vitamina K que actúa como un cofactor esencial para que la proteína C activada (PCA) exprese su efecto anticoagulante. La proteína S no requiere una modificación proteolítica para funcionar, sino que puede regularse por proteólisis.
La proteína S circula en dos formas, libre y unida con la proteína de unión C4b en una proporción de 40% libre y 60% unida. Solo la proteína S libre tiene actividad funcional. El aumento de la proteína de unión C4b produce un descenso adquirido de proteína S libre.
Los estudios de investigación científica básica sugieren que la proteína S funcional forma un complejo uno a uno con la PCA en las superficies de membrana sintética, lo cual aumenta casi 10 veces la afinidad de la PCA por las superficies de membrana.
Valoración de la proteína S:
El principio de la prueba de la proteína S se basa en la actividad de la proteína S como cofactor, la cual intensifica la acción anticoagulante de la PCA. Esta intensificación se refleja en la prolongación del tiempo de coagulación en un sistema enriquecido con factor Va, que es un sustrato fisiológico de la proteína C activada.
Al igual que la proteína C antigénica, la proteína S antigénica puede medirse con tecnologías ELISA o Laurell. Se puede medir tanto el antígeno de proteína S total como el libre con estas técnicas. La medición de las formas libres (a diferencia de la total) de proteínas S se hace en plasma tratado con polietilenglicol al 25%.
La asociación de la proteína de unión C4b y la proteína S requiere una evaluación de la proteína de unión C4b para descartar la deficiencia adquirida de proteína libre. La proteína de unión C4b puede medirse con la técnica de Laurell o por aglutinación con microparticulas de látex.
Interpretación de resultados:
El margen de referencia es algo inferior en la mujer (aproximadamente 55-110 U/dl) que en el hombre (70 y 125 U/dl), siendo aún menor en las gestantes, lo que debe tenerse en cuenta para evitar falsos diagnósticos de déficits congénitos. Como para otros parámetros, cada laboratorio deberá establecer su margen de referencia. Aparte de la deficiencia congénita, se encuentran también niveles reducidos de proteína S en las hepatopatías parenquimatosas, en la CID y durante el tratamiento anticoagulante oral.